Amigos de la Tierra Colombia, Brasil e Internacional
En América Latina, las comunidades afrodescendientes juegan un rol importante en la conservación y uso sustentable de la diversidad biológica. Gracias a estas comunidades se ha conservado bosques y territorios, culturas y saberes.
Este reconocimiento podemos verlo como una evolución que conlleva además el reconocimiento, reparación, respeto e implementación y defensa de sus derechos. En un primer momento y gracias a sus luchas, los Pueblos Indígenas han obtenido un status a nivel internacional. Las comunidades campesinas logran tener una declaración que reconoce sus derechos luego de años de trabajo intenso en Naciones Unidas (lo que debe reflejarse también en la CBD). Las comunidades afrodescendientes han venido obteniendo logros similares en algunos países y sus luchas emancipatorias ante la deshumanidad del colonialismo y la esclavización de los pueblos del continente Africano, son históricas en América Latina y el Caribe.
Hoy en países como Costa Rica se les dedica un día a la celebración de su cultura, en Honduras es innegable el rol que juegan en la protección de la biodiversidad, en la ciencia y tecnología y Colombia y Brasil han presentado una propuesta para reconocerles como sujeto de derechos en el marco de la CBD. Sin embargo, más allá de este reconocimiento desde la normatividad, movimientos y organizaciones sociales en la región, como el Proceso de Comunidades Negras en Colombia, han demandado historicamente por “el reconocimiento de los daños y pérdidas ambientales como legado del colonialismo y la exclavización”.
Este paso es sumamente necesario porque los reconocimientos a nivel nacional no son suficientes. Su rol, si bien es más visible a nivel nacional, es fundamental para la conservación y uso sustentable de la diversidad biológica a nivel global. Este reconocimiento es fundamental para que se reconozca y respete sus tierras y territorios, su cultura, sus formas de organización, sus derechos colectivos, modos de ser y existir, su memoria y espiritualidad. Este reconocimiento además es importante para salvaguardarles ante la criminalización que han venido sufriendo al defender sus derechos y sus tierras, lo que incluye el racismo religioso.
Es necesario dar un paso más que nos beneficiará como sociedad global. El reconocimiento de comunidades que gracias a su cultura, identidad y quehacer cotidiano nos muestran una vez más que sin ellas, la diversidad biológica actual sería menor. Se trata de justicia, reparación y fortalecimiento de prácticas ancestrales que han cuidado la vida.
Las comunidades afrodescendientes merecen este reconocimiento que ayudará a que el abordaje desde los derechos humanos y de los pueblos, sea cada vez más una realidad.